La extrema izquierda occidental y las teorias conspiratorias

En algunos de mis últimos posts he criticado la visión dogmática y conspiranoide que tiene la extrema izquierda occidental en su análisis de la actualidad mundial, especialmente en Oriente Medio.

Hace unos días, ya critiqué la teoría del "Caos controlado" para referirse a Irak. Hoy me he encontrado en la web Rebelión esta perla de articulo, realizado por los "investigadores" de la organización "Vanity Fair", donde se culpa a Estados Unidos de la guerra civil palestina entre Hamas y Fatah.

No hace falta detenerse mucho en los detalles, pues creo que son conocidos de sobra. Veamos, en la dogmática visión de la extrema izquierda occidental acerca del conflicto israelo - palestino existen dos bandos:

El estado de Israel y los "sionistas": que son muy muy malos. Les han robado la tierra a los palestinos, han creado un estado artificial en la "nación árabe" y siempre han sido unos buenos aliados del imperialismo occidental. Además, controlan los gobiernos, los medios de comunicación y el capital mundial. Eso explica que nadie pueda pararles los pies...

Los palestinos: que juegan el papel del buen salvaje muy en boga con ese tercermundismo comodón, relativista cultural y "new age" que tanto gusta a los teóricos de la extrema izquierda occidental.

A nadie medianamente serio se le escapara que este es un análisis simplista, reductor y maniqueo. En efecto, es simplista porque concibe a los palestinos como un pueblo unido que, codo con codo, lucha incansablemente contra el malvado sionismo y sus aliados imperialistas.

Obviamente la realidad es mucho más compleja. Los árabes palestinos siempre han estado muy divididos y enfrentados entre sí. Cualquiera que se haya molestado en leer buenos libros acerca del conflicto árabo - israelí se da perfectamente cuenta de esto. En los años 30, las principales organizaciones árabo - palestinas estaban muy divididas y defendían más bien los intereses de determinadas familias, como por ejemplo la de los Husseini o los Nashashibi, que lo de los supuestos intereses comunes árabo - palestinos.

Posteriormente, en 1964 se crea la OLP en Egipto, bajo la influencia de Gamal Abdel Nasser, que pretendía convertir a esa organización en un fiel satélite de los intereses egipcios. La OLP siempre ha estado hiper dividida y ha contado con muchas organizaciones y grupos disidentes, a pesar del carismático mando de Arafat desde 1969.

La actual división y guerra civil entre Hamas y Fatah no es nada nuevo y además, aunque ha aflorado en el último año medio, se venía larvando desde la segunda mitad de los años 90, cuando ambas organizaciones palestinas empiezan a competir entre ellas por el control de la Franja de Gaza.

Claro que esto no encaja con el análisis de la extrema izquierda europea y occidental. Entonces, ¿qué hacer?, ¿rectificar? - pues claro que no, ¡faltaba más!. Se recurre a una teoría conspiratoria y se acusa a EEUU e Israel de ser los promotores de la guerra civil y de romper la paz en la casa del "buen salvaje - antiimperialista" palestino. Así todo cuadra: no se rompe el romanticismo de la causa palestina y las culpas - como no - para los malos, EEUU e Israel.

En fin... lo más triste es que la gente que lanza estos análisis se cree muy antirracista y solidaria pero no lo es: pone su granito de arena en incentivar la judeofobía, pero, eso sí, desde un punto de vista progre.

En català: absurd anàlisi en una pàgina d´extrema esquerra sobre el conflicte israelo - palestí. Segons els "investigadors" de Vanity Fairs, la culpa de la guerra civil entre Hamas i Fatah és dels... EEUU.

Obviament, les divisions internes de la societat palestina no ténen cabuda en el simplista i maniqeu anàlisi del conflicte que és fà en els mitjans de l´extrema esquerra europea i llavors s´ha de recorrer a una teoría conspirativa que culpi al malvat sionisme i al malvat imperialisme.

El més greu és que la gent que reprodueix i dóna cobertura a aquests anàlisis es creu que és molt antirracista i solidària però no ho són perque posen el seu granet de sorra en incentivar la judeòfobia, això sí, desde un punt de vista progre.