En català: avui us deixo el meu darrer escrit a Facebook (en castellà):
Autor: Jaume B.
Berlín, París, Roma o Barcelona, Diciembre o Enero del 2009, el cuadro siempre es el mismo: manifestaciones supuestamente pacifistas para pedir el "fin de la agresión israelí a Gaza", en las que abundan los insultos contra Israel, contra los judíos y las representaciones de niños (muñecos) envueltos en ensangrentados sudarios pintados con pintura roja. El objetivo: mobilizar a la sociedad para que diga basta al supuesto "genocidio" cometido contra el pueblo palestino en Gaza. En esos mismos días, el menda que escribe pudo notar el frío aliento del antisemitismo y la israelofóbia en el cogote en la ciudad de Granada, adornada con pintadas como "Judíos, no" (en el campus de la Cartuja) o como "el regalo de Navidad de Israel: 300 niños palestinos muertos" en el Campus Universitario de Fuentenueva. También, en la Plaza del triunfo se podía leer: "Israel, asesino" o "Sionismo igual a muerte". Tengo fotos, las hice con mi camara de móbil y algunas pintadas las denuncié en mi blog y en varios escritos al Vicerrrectorado de Estudiantes y al mismísmo rector, el sr. F. González Lodeiro.
Pues bien, hace unos días, el rey de Marruecos, Mohamed VI, lanzó un discurso para conmemorar el treinta y cinco aniversario de "la Marcha Verde" (la ocupación ilegal de los territorios del Sáhara Occidental tras la desastrosa descolonización española del territorio) y sus palabras sonaban a tambores de guerra. En efecto, horas antes de que se reanudasen las conversaciones de paz entre el Frente Polisario y el gobierno marroquí, los ejércitos de Rabat entraban a sangre y fuego en el campamento de Agadym Izik, situado a 15 km de El Aiún. Ese campamento se había levantado semanas antes para solicitar al gobierno alauita mejoras sociales. Era un campamento de protesta que molestaba a los marroquíes y decidieron destruirlo como golpe de fuerza antes de reiniciar las conversaciones de paz con el Frente Polisario, el representante legítimo del pueblo saharaui, en New York. Sin embargo, la situación se les ha ido de las manos y los saharauis han iniciado protestas contra el asalto en la ciudad del Aiún. El ejército marroquí, cuyo gobierno previamente había impedido el acceso de la prensa extranjera y de los observadores internacionales, como el Eurodiputado de IU, Willy Meyer, la está sofocando a sangre y fuego, con el apoyo inclusive de civiles marroquíes (colonos) armados.
Esta brutal represión, claramente un uso desmedido de la fuerza y una brutal violación de los derechos humanos más básicos, como el derecho a la protesta pacífica que el campamento de Agadym Izik representaba, no ha conmovido a la población de las grandes capitales europeas. Nadie ha salido a manifestarse por el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui en Berlín, Roma o París. No he visto pintadas antimarroquíes en mi ciudad y seguro que tampoco las hay en las fachadas de Granada. ¿por qué? Ciertamente, Francia y Alemania defienden los intereses de la UE con Marruecos. Intereses pesqueros, de explotación de los fosfatos, de deslocalización de empresas, de control del tráfico de drogas o de emigración ilegal del continente africano hacía Europa. El gobierno español, al menos desde los años ochenta, también se ha plegado a la solución marroquí de autonomía para el Sáhara, dejando vergonzosamente al pueblo saharaui abandonado a su suerte una vez más. Sin embargo, estos intereses no explican el porque de este silencio. Hay otra causa. En esta intifada no se lucha contra judíos, no está Israel delante. Este factor si que explica el silencio. Si los saharauis tuvieran en frente al Tzahal en lugar de al ejército marroquí otro gallo cantaría para ellos y la solidaridad con su pueblo estaría bien latente en todas las capitales europeas (en este sentido la única excepción han sido las manifestaciones celebradas en varias ciudades españolas por la simpatía que despierta la causa saharaui en nuestra sociedad debido al nefasto rol jugado por el gobierno español durante y después de la descolonización del Sáhara Occidental).
En conclusión, Europa no es más bien pro palestina. Los palestinos nunca les han importado un carajo. Sólo son el pretexto. Lo que realmente está en juego es la "cuestión judía" y eso explica que el conflicto israelo-palestino levante tanta expectación en Europa, una expectación que no levantan otros conflictos y otras intifadas, especialmente cuando árabes se enfrentan a árabes. Entonces se corre un tupido velo de silencio y de mirar para otro lado, no sea que seamos políticamente incorrectos.
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