El Viernes por la tarde, sobre las cuatro y media, iba yo tranquilamente por la Gran Vía, camino del centro de Estudios Bizantinos para echar un ratillo con la tesina, y de pronto me encuentro con un montón de jóvenes que se dirigían al "botellódromo", bien cargaditos de botellas o garrafas de cerveza, calimocho u otras bebidas alcohólicas, para celebrar la fiesta de la primavera. He aquí el resultado de la fiesta.
Yo no soy un puritano. No quiero criticar esa forma de ocio de la gente, entiendo que a la gente joven le guste beber al aire libre, pues es una forma de evitar los abusivos precios de las discotecas, pubs o salas de fiesta y también tiene un importante contenido de socialización. Estoy seguro que más de una pareja de novios se ha conocido en uno de estos botellones de fin de semana...
Pero creo que los jovenes deberían ser más respetuosos con la ciudad y con el mobiliario urbano pues muchas ocasiones tras un botellón quedan las calles de la ciudad muy sucias, con restos de botellas y de comida, defecaciones, e incluso abundantes destrozos en el mobiliario urbano.
El botellón en la ciudad de la Alhambra ha tenido un gran auge en los últimos años e incluso se ha convertido en un problema social y en un reclamo turístico. La presión de las asociaciones de vecinos de barrios como el Realejo hizo que el ayuntamiento de la ciudad tuviese que tomar cartas en el asunto y la solución que propuso fue la prohibición del botellón en cualquier parte de la ciudad a excepción de un espacio acondicionado para tal fin. Nacía así el botellódromo ubicado en las proximidades de Hipercor, a las afueras de la ciudad.
La idea del botellódromo es sólo una manera de aislar el problema que el botellón genera en el centro urbano (suciedad, molestía a los vecinos, desperfectos en el mobiliario debido al incivismo de algunos...). Es decir el botellódromo es sólo un parche pero no afronta la problemática social del botellón. La solución no me parece mala pero si insuficiente. Es necesario que el ayuntamiento promueva actividades de ocio para los fines de semana que no impliquen la participación de los jovenes en un botellón. En este sentido las actividades que proponía el programa "Enrédate" eran muy destacadas y atraían a un buen numero de jovenes y estudiantes universitarios. Pero, desafortunadamente, hace un par de años más o menos, el ayuntamiento redujo mucho las subvenciones para dicho programa y algunas actividades dejaron de realizarse. El programa Enrédate sigue activo, sería positivo potenciarlo para alejar a los jovenes del botellón y no sólo conformarse con aislarlos.
En català: El "botellón" s´ha convertit en tot un esdeveniment a la ciutat de l´Alhambra. En els enllaços que podeu veure mes amunt podreu accedir a fotos del darrer botellón celebrat el Divendres per a donar la benvinguda a la Primavera.
Granada és una ciutat universitària amb més de seixanta mil estudiants i el fenòmen del botellón s´ha convertit també en un problema social. La pressió d´associacions de veïns - com les del barri del Realejo - van provocar que l´ajuntament prengués mesures com el "botellodrom". Pero desde el meu punt de vista aquesta mesura només aïlla el problema i no hi busca solucions. Cal proposar activitats d´oci alternatives al botellón - com les del programa "Enrédate" - però l´ajuntament fà un parell d´anys va decidir fer una rebaixa en els presupostos per a finançar aquest programa. Moltes activitats es van deixar de fer i crec que aquella decisió va ser un error. El programa segueix viu i cal potenciar-lo per a allunyar als joves del botellón, doncs aïllar-los no és pas una bona solució.
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