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dimarts, 25 de març del 2008

El cristianismo: ¿una religión de tolerancia y paz?

En mi última entrada hablé sobre el tema de la idolatría en el Cristianismo y hoy quiero continuar con esta temática aunque sólo sea para quedarme descansado.
Otro aspecto del Cristianismo católico que siempre me ha desagradado ha sido su concepción universalista, su intolerancia con el no - cristiano católico y su brutal proselitismo. En efecto, el Cristianismo en general pero muy especialmente el católico dice que es una religión de amor y de tolerancia. Eso es sólo la teoría, pero si la contrastamos con los datos históricos veremos que el panorama es desolador y está muy lejano a esa supuesta tolerancia que dice defender.

El Cristianismo católico, en los países que se ha impuesto como religión oficial, ha mantenido una política persecutoria y asimilacionista con todas las minorías no católicas y no cristianas. Tomemos por ejemplo la historia de España: en primer lugar, durante la tardía antigüedad, se persiguió a los donatistas, a los arrianos o a los priscilianistas por considerarlos herejes de la "verdadera religión". Posteriormente, con la caída del imperio romano de Occidente, la creación del reino visigodo penínsular a partir del siglo VI y la posterior conversión de los godos al Catolicismo en el tercer concilio de Toledo (589), la persecución religiosa y el afán asimilador se centra contra los judíos. En efecto, durante el siglo VII y especialmente en la época de los monarcas Égica y Ervigio, fueron constantes las medidas de conversión al Cristianismo o expulsión dictadas contra las comunidades judías penínsulares. Además, se dictaron muchas medidas de auténtico apartheid como por ejemplo el impedir a los cristianos tener amistades con judíos, prohibir a los comerciantes judíos el comercio, etc.

Con la conversión del reino visigodo en Al-Andalus y la formación de los reinos feudales cristianos en el norte, la situación no varió mucho y las persecuciones estuvieron a la orden del día. Ciertamente, en el Al-Andalus de los primeros siglos si existió una mayor tolerancia con las minorias, pero eso no fue así en los reinos cristianos del norte. En efecto, se volvió a perseguir a los herejes, como por ejemplo los seguidores del Adopcionismo, una teoría que decía que Jesús un hombre adoptado por Dios, como un hijo adoptivo, que fue condenada en el concilio de Frankfurt del 794.

Tras la crisis del califato de Córdoba y de los reinos de taifas surgidos tras su división, llegaron a Al-Andalus los integristas del momento, los almorávides primero y los Almohades después, y se finiquitó la mínima tolerancia que había existido con las minorías en Al-Andalus. Los judíos de Lucena pueden dar buena fe de ello al igual que la familia del gran RAMBAM (Maimónides), ídem con los mudéjares cristianos granadinos que se exiliaron en el reino de Aragón, siguiendo a Alfonso el batallador y sus correrías por el sur penínsular de inicios del siglo XII.
Pero en los reinos cristianos del norte la situación tampoco estaba como para echar campanas al vuelo. A inicios del siglo XIII se persiguió a los cátaros y en los siglos bajo medievales a toda corriente disidente que levantaba cabeza - Valdenses, Dulcinistas, Fraticelli... -. Además se seguía persiguiendo e intentando asimilar a los Iehudim. En efecto, a partir del IV concilio de Letrán (1215 - 1216) surgen una serie de leyes altamente deningrantes contra los judíos y su cumplimiento va a misa y no va a poder ser evitado, aunque sí retrasado. Veamos unos ejemplos:

  1. Se obliga a los judíos a llevar unas prendas de vestir obligatorias, como por ejemplo sombreros especiales o la famosa redonda amarilla con una cruz en medio. El objetivo de esas medidas era humillarlos y hacerlos fácilmente reconocibles a sus vecinos no-judíos.
  2. Se restringe las actividades económicas de los judíos: se les prohibe tener tierras, se les limita su participación el comercio y prácticamente se les obliga a practicar la usura. El objetivo era hacerlos odiosos ante sus vecinos por el hecho de ser sus prestamistas.
  3. Se llevan a cabo las famosas disputas contra el Talmud, como la de París en 1263, la de Valladolid en 1336, o la de Tortosa en 1415 - 1418. El objetivo es restar validez y ridiculizar a las fuentes de la venerable tradición judía frente a la "verdad" de los evangelios cristianos.
  4. Se inventan - promovidos por la iglesia - toda una serie de tópicos que harán fortuna sobre los judíos: asesinos de niños cristianos en oscuros rituales para hacer las matzá de Pesaj; transmisores de la peste negra en colaboración con los leprosos; se les acusa de odiar y querer exterminar a los cristianos, cuando justamente era al revés;... El objetivo era humillarlos a base de habladurías y favorecer así el Apartheid que la iglesia quería imponer.
  5. Se les limitan también los movimientos: se ven obligados a vivir en barrios separados, las tristemente famosas Aljamas o Ghettos.

Además, esta iglesia cristiana católica - "reina de la tolerancia y de la paz" - no dudó en promover la violencia física contra los judíos. No olvidemos que los brutales progroms de 1391 fueron inspirados por un religioso cristiano, el archidiácono de Écija Ferranz Martínez. A partir de esos trágicos acontecimientos y por el clima de miedo y de coacción, muchos judíos decidieron convertirse al Cristianismo, iniciándose así el drama de los anussim o conversos que marcaría el devenir histórico de nuestra piel de toro hasta bien entrada la época contemporánea, con la supresión de la inquisición a inicios del siglo XIX. Pero este tema histórico ya lo trataré más detenidamente en otro escrito.

Las persecuciones, el afán asimilador y la intransigencia de la iglesia cristiana católica no sólo se dirigió contra los judíos sino también contra otras minorias étnico religiosas como los moriscos, los gitanos o los cristianos protestantes. Precisamente, en uno de mis últimos posts ya hablé de las persecuciones contra los moriscos y justamente por eso no voy a volver a mencionar este tema ahora. Sólo mencionar que las persecuciones contra los gitanos y contra las pequeñas comunidades protestantes fueron una constante hasta bien entrado el siglo XVIII. Además no olvidemos la brutal evangelización de America Latina llevada a cabo por la monarquía hispánica desde finales del siglo XV y ampliamente bendencida por la iglesia católica, apostólica y romana.

Como podéis ver, el Cristianismo católico no ha sido precisamente un módelo de tolerancia y de respeto. Sólo me he referido a la historia medieval e inicios de la historia moderna de España pero fuera de nuestra península podemos citar las cruzadas, promovidas por el Papado y por la iglesia para canalizar en su beneficio la violencia feudal; la inquisición romana - que se cargó a Galileo Galilei -; El cisma del 1054 y la demonización constante y hasta hace cuatro días de los Cristianos ortodoxos y Orientales, vistos como herejes y casi como demonios; la brutal evangelización de los pueblos de la Europa central y del este, como por ejemplo la de los Bávaros llevada a cabo con medidas brutales por parte del cristianísimo emperador Carlomagno.

Pero estos rasgos de intolerancia no son únicos del Cristianismo Católico. También hubo persecución a las minorías étnico - religiosas tanto en bizancio como en zonas de posterior dominio protestante. Las persecuciones a los cristianos monofisitas y nestorianos llevadas a cabo por los emperadores de Bizancio o la quema de brujas por la inquisición protestante en la edad moderna en los países de Europa Central pueden ser unos ejemplos válidos de lo que aquí comento.

Habrá gente que me dirá que exagero. Que esas persecuciones fueron hechas por el poder político y por motivos más socio - políticos que religiosos. Y llevan razón en parte. Pues en muchos casos las monarquías o los emperadores de turno las llevaron a cabo y ciertamente les movían más fines políticos, económicos y sociales que los puramente espirituales. Pero a esos lectores les digo que había una iglesia que estuvo detrás, que justificó ideológicamente esas persecuciones y las bendijo. En vez de eso, si realmente fueran tolerantes, se hubiesen opuesto a ellas y hubiesen clamado contra la injusticia en lugar de justificarla, bendecirla y darle el visto bueno.

Cada día que pasa estoy más convencido que el Cristianismo - en cualquiera de sus corrientes - a lo largo de la historia y todavía en la actualidad ha sido pocas veces esa religión de tolerancia y de amor que en teoría dice ser.


En català: En aquest llarg texte, defenso que el Cristianisme no ha representat al llarg de la història la religió de pau i tolerància que sobre el paper afirma ser. Només cal fer una ullada en la història i recordar fets com les croades, la inquisició, o la persecució de les minoríes étnico - religioses (moriscos, jueus i anussim, heretges, ...).

Hi haurà lectors que em diran que les persecucions van ser fetes pel poder polític i amb unes finalitats económiques, polítiques i socials encara que es justificaven en clau religiosa. Ok, estic totalment d´acord, però això no ha de servir d´atenuant perquè hi havia una església que, enlloc de denunciar les injusticies que en el seu nom es cometien, va col.laborar activament amb els poders civils, les va justificar i les va beneir.

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