Estimados lectores:
Estos días he estado ojeando tanto prensa nacional como prensa local granadina y he visto como una y otra vez, en la mayoría de los artículos de opinión y noticias que he leído acerca del asunto de la "flotilla de la paz" se repetían los mismos tópicos: "agresión israelí", "flotilla de pacifistas", "ayuda humanitaria", "uso indiscriminado de la fuerza" o similares. De hecho, durante los últimos años se ha ido consolidando en nuestro lenguaje periodístico una serie de expresiones políticamente correctas que aprecen repetitivamente en cualquier notícia relacionada con Israel o con el conflicto palestino: "gobierno ultranacionalista y derechista", "uso desmesurado de la fuerza", "crisis humanitaria en Gaza" "activista o miliciano" (para referirse a terroristas de organizaciones como el Hamas o el Hezbollah), "cohetes artesanales", etc; la lista es muy larga y de sobras conocida. Desgraciadamente, muchas veces, el uso de este vocabulario - tergiversador de la realidad sobre el terreno del conflicto, que duda cabe - se debe a un total acriticismo de los profesionales de la información, que según parece se mueven más por sus ideas poloíticas que no por la objetividad que su profesión demanda . Así, en no pocas ocasiones - como ha ocurrido estos últimos días con el asunto de la flotilla - la propaganda anti-israelí se convierte en noticia (leed las entrevistas a los tres miembros españoles de la flotilla) sin ni siquiera contrastar la información recibida o sus fuentes.
Sin embargo, la realidad de los hechos supera a cualquier tipo de propaganda política, y si observamos los discursos de los participantes en la flotilla, observaremos que no eran pacifistas sino yihadistas o fundamentalistas islámicos en su mayoría. En el video que acompaña a este enlace podréis verlos cantando "recordad, oh judíos, la batalla de Khaibar (año 628 de la EC), los ejércitos de Mahoma regresarán". Si tenemos en cuenta que esa batalla finalizó con el exterminio de una de las últimas comunidades judías opositoras a Mahoma en la primerísima fase de expansión islámica, nos daremos cuenta de sus intenciones y de que sus fines no eran precisamente ni pacifistas ni humanitarios.
Pero, a pesar de la rotundidad de los vídeos, donde se ven claramente los intentos de lichamientos de soldados, las procalamas antisemitas o la voluntad de los supuestos pacifistas de convertirse en Mártires, los medios de comunicación españoles siguen difundiendo la versión propagandística de " ataque desproporcionado a una flota de pacifistas con ayuda humanitaria para el asedidado pueblo de Gaza". En conclusión: los medios de comunicación, con su postura acriticamente pro palestina (el problema no es ser pro palestino sino su acriticismo) se están convirtiendo en "tontos útiles" de la estrategia fundamentalista y en heraldos del odio, del odio anti-israelí y antisemita.
En català: aquests darrers dies he estat fullejant tant la premsa nacional com la local granadina i he pogut observar amb disgust com es repetien una serie de tòpics en les noticies relacionades amb l´afer de la "flotilla de la paz": "agressió israeliana", "activistes", "pacifistes", "us desmesurat de la força" i d´altres similars. De fet, durant els darrers anys s´ha consolidat en el nostre llenguatge periodístic una sèrie d´expressions políticament correctes alhora de tractar qualsevol informació sobre Israel i el conflicte amb els palestins: "govern ultranacionalista i dretà", "ús desmesurat de la força", "crisi humanitària a Gaza", "activista o milicià" (per a referir-se a qualsevol membre d´organitzacions terroristes com el Hamas o el Hezbollah), "coets casolans artesanals", etc; la llista és molt llarga. Desgraciadament, l´ús d´aquest llenguatge - sens dubte tergiversador dels fets sobre el terreny - es déu a un total acriticisme dels professionals de l´informació, que actuen més aviat moguts pels seus ideals polítics que no pas per l´objectivitat informativa que el seu ofici requereix. Així, - com ha passat aquests darrers dies amb l´afer de la flotilla - la propaganda anti-israeliana esdevé notícia (llegiu les entrevistes als tres cooperants espanyols de la flotilla) sense ni tan sols contrastar la informació rebuda o les seves fonts.
Tanmateix, la realitat dels fets supera a qualsevol tipus de propaganda, i si veieu el vídeo que acompanya aquesta entrada, podreu observar com els membres de la "flotilla de la pau" no eren pacifistes sino jihadistes o fonamentalistes islàmics en una bona majoria. Les imatges ens mostren als jihadistes cantant "Khaibar, Khaibar, recordeu, oh jueus, els excèrcits de Mahoma tornaran". Si tenim present que aquesta batalla (any 629 E.C.) va finalitzar amb la massacre de les comunitats jueves opositores a Mahoma en el contexte de la primera fase de l´expansió islàmica, us en adonareu que ni l´esperit ni els objectius dels "activistes" eren pacifistes i humanitaris.
Però a pesar de la rotunditat de les imatges, on es poden veure les agressions i les tentatives de linxament als soldats, els càntics antisemites o com els pacifistes expressen obertament la seva voluntad d´esdevenir màrtirs, els nostres mitjans han continuat difonent la versió d´ "un atac desproporcionat a una flota de pacifistes amb ajut humanitari per al poble de Gaza". En conclussió, els mitjans de comunicació estan esdevenint "rucs útils" de l´estratègia jihadista i en heralds de l´odi, del odi anti-israelià i antisemita.
Estos días he estado ojeando tanto prensa nacional como prensa local granadina y he visto como una y otra vez, en la mayoría de los artículos de opinión y noticias que he leído acerca del asunto de la "flotilla de la paz" se repetían los mismos tópicos: "agresión israelí", "flotilla de pacifistas", "ayuda humanitaria", "uso indiscriminado de la fuerza" o similares. De hecho, durante los últimos años se ha ido consolidando en nuestro lenguaje periodístico una serie de expresiones políticamente correctas que aprecen repetitivamente en cualquier notícia relacionada con Israel o con el conflicto palestino: "gobierno ultranacionalista y derechista", "uso desmesurado de la fuerza", "crisis humanitaria en Gaza" "activista o miliciano" (para referirse a terroristas de organizaciones como el Hamas o el Hezbollah), "cohetes artesanales", etc; la lista es muy larga y de sobras conocida. Desgraciadamente, muchas veces, el uso de este vocabulario - tergiversador de la realidad sobre el terreno del conflicto, que duda cabe - se debe a un total acriticismo de los profesionales de la información, que según parece se mueven más por sus ideas poloíticas que no por la objetividad que su profesión demanda . Así, en no pocas ocasiones - como ha ocurrido estos últimos días con el asunto de la flotilla - la propaganda anti-israelí se convierte en noticia (leed las entrevistas a los tres miembros españoles de la flotilla) sin ni siquiera contrastar la información recibida o sus fuentes.
Sin embargo, la realidad de los hechos supera a cualquier tipo de propaganda política, y si observamos los discursos de los participantes en la flotilla, observaremos que no eran pacifistas sino yihadistas o fundamentalistas islámicos en su mayoría. En el video que acompaña a este enlace podréis verlos cantando "recordad, oh judíos, la batalla de Khaibar (año 628 de la EC), los ejércitos de Mahoma regresarán". Si tenemos en cuenta que esa batalla finalizó con el exterminio de una de las últimas comunidades judías opositoras a Mahoma en la primerísima fase de expansión islámica, nos daremos cuenta de sus intenciones y de que sus fines no eran precisamente ni pacifistas ni humanitarios.
Pero, a pesar de la rotundidad de los vídeos, donde se ven claramente los intentos de lichamientos de soldados, las procalamas antisemitas o la voluntad de los supuestos pacifistas de convertirse en Mártires, los medios de comunicación españoles siguen difundiendo la versión propagandística de " ataque desproporcionado a una flota de pacifistas con ayuda humanitaria para el asedidado pueblo de Gaza". En conclusión: los medios de comunicación, con su postura acriticamente pro palestina (el problema no es ser pro palestino sino su acriticismo) se están convirtiendo en "tontos útiles" de la estrategia fundamentalista y en heraldos del odio, del odio anti-israelí y antisemita.
En català: aquests darrers dies he estat fullejant tant la premsa nacional com la local granadina i he pogut observar amb disgust com es repetien una serie de tòpics en les noticies relacionades amb l´afer de la "flotilla de la paz": "agressió israeliana", "activistes", "pacifistes", "us desmesurat de la força" i d´altres similars. De fet, durant els darrers anys s´ha consolidat en el nostre llenguatge periodístic una sèrie d´expressions políticament correctes alhora de tractar qualsevol informació sobre Israel i el conflicte amb els palestins: "govern ultranacionalista i dretà", "ús desmesurat de la força", "crisi humanitària a Gaza", "activista o milicià" (per a referir-se a qualsevol membre d´organitzacions terroristes com el Hamas o el Hezbollah), "coets casolans artesanals", etc; la llista és molt llarga. Desgraciadament, l´ús d´aquest llenguatge - sens dubte tergiversador dels fets sobre el terreny - es déu a un total acriticisme dels professionals de l´informació, que actuen més aviat moguts pels seus ideals polítics que no pas per l´objectivitat informativa que el seu ofici requereix. Així, - com ha passat aquests darrers dies amb l´afer de la flotilla - la propaganda anti-israeliana esdevé notícia (llegiu les entrevistes als tres cooperants espanyols de la flotilla) sense ni tan sols contrastar la informació rebuda o les seves fonts.
Tanmateix, la realitat dels fets supera a qualsevol tipus de propaganda, i si veieu el vídeo que acompanya aquesta entrada, podreu observar com els membres de la "flotilla de la pau" no eren pacifistes sino jihadistes o fonamentalistes islàmics en una bona majoria. Les imatges ens mostren als jihadistes cantant "Khaibar, Khaibar, recordeu, oh jueus, els excèrcits de Mahoma tornaran". Si tenim present que aquesta batalla (any 629 E.C.) va finalitzar amb la massacre de les comunitats jueves opositores a Mahoma en el contexte de la primera fase de l´expansió islàmica, us en adonareu que ni l´esperit ni els objectius dels "activistes" eren pacifistes i humanitaris.
Però a pesar de la rotunditat de les imatges, on es poden veure les agressions i les tentatives de linxament als soldats, els càntics antisemites o com els pacifistes expressen obertament la seva voluntad d´esdevenir màrtirs, els nostres mitjans han continuat difonent la versió d´ "un atac desproporcionat a una flota de pacifistes amb ajut humanitari per al poble de Gaza". En conclussió, els mitjans de comunicació estan esdevenint "rucs útils" de l´estratègia jihadista i en heralds de l´odi, del odi anti-israelià i antisemita.
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