Estimados lectores:
En los últimos años se ha popularizado en Europa una caricaturización maniquea del conflicto israelo-palestino, donde forzosamente - como si de una película del "far west" se tratara, con sus buenos y sus malos - los agresores sólo pueden ser israelíes y las víctimas única y exclusivamente palestinas. Desde mi punto de vista, los grandes medios de comunicación no han sido ajenos a esta tendencia y de hecho no es soprendente que en las noticias sobre dicho conflicto se descontextualicen las operaciones anti-terroristas israelíes, presentándolas como un cástigo colectivo a la población civil palestina mediante un "uso desproporcionado de la fuerza". Además, normalmente, esta distorsión va acompañada de un total acriticismo con las incitaciones a la violencia o con los atentados terroristas cometidos por las diversas organizaciones palestinas. De hecho, las incitaciones al odio anti-israelí y anti-judías existentes en las escuelas, universidades o medios de comunicación palestinos son silenciados en la mayoría de medios de comunicación españoles y los profesionales de los mismos no dudan en etiquetar los mísiles Qassam lanzados desde la Franja de Gaza contra población civil israelí como "cohetes artesanales" u omitir la palabra terrorista para referirse al Hamas, al Hezbollah o a la Brigada de los mártires de Al-Aqsa, la rama armada de la organización Fatah.
Fruto de esa descontextualización y revisionismo histórico del conflicto israelo-palestino, están ganando fuerza las posturas anti-sionistas en España y en Europa Occidental en general, unas ideas cuya principal finalidad no es lanzar una crítica al gobierno israelí sino deslegitimar el derecho a existir de dicho estado, de sus instituciones democráticas e incluso de su ciudadania, considerados como "agresores", "racistas", "colonos" e incluso como los "nuevos nazis" que están realizando un supuesto genocidio con el pueblo árabe-palestino. Esta tergiversación, nacida en el seno propagandístico de la OLP y de la Liga árabe, incluso está ganando enteros en los medios académicos y no son extraños los actos, conferencias o seminarios con un marcado tono anti-israelí en nuestras universidades. Sin embargo, si dejamos esta tergiversación de lado y nos centramos en la historia real del conflicto, veremos que el racismo y la judeofobia de corte nazi, basado en las teorías pseudo-científicas del Darwinismo social, si han tenido una gran influencia en los ideólogos de los principales movimientos fundamentalistas islámicos, nacionalistas palestinos o nacionalistas pan-árabes, como por ejemplo en los Hermanos Musulmanes de Hassán Al-Banna, en los lideres palestinos como Hadj Amin Al-Husseini, Fawzi el Kawkji o el mismísimo Yassir Arafat, y en el Egipto Nasserita y en los movimientos baazistas tanto de Siria como de Irak. Precisamente, acerca de este tema, recomiendo la lectura de este interesante artículo de David Meir Levi publicado en el David Horowitz Freedom Center.
En català. Resum: fruit de tota la tergiversació del conflicte israelo-palestí en els nostres mitjans de comunicació, les teoríes antisionistes i de deslegitimització de l´estat d´Israel estan agafant força i legitimitat en molt bona mesura dins la societat espanyola i europea en general. Tanmateix, si deixem de banda aquesta distorsió obviament interessada i analitzem el conflicte desde la seva vessant històrica, observarem que les idees racistes i antisemites dels nazis si han tingut una gran influència tant entre els teòrics dels moviments fonamentalistes islàmics, nacionalistes palestins o pan-nacionalistes àrabs, com Nasser o els partits baazistes iraquians i sirians. De fet, sobre aquest tema recomano la lectura d´aquest interessant article d´en David Meir Levi publicat al David Horowitz Freedom Center.
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