Estimados lectores:
Hace ahora treinta y un años, la primera potencia del mundo árabe en aquel momento, el Egipto de Muhammad Anwar Al-Sadat, y el gobierno israelí de Menahem Beguin firmaban los históricos acuerdos de paz de Camp David y ponían fin a un estado de treinta años de guerra entre ambos países. La fórmula que permitió el acuerdo fue la de paz por territorios: el gobierno israelí se comprometió a finalizar la retirada de la península del Sinaí durante los tres años siguientes (inclyendo los asentamientos civiles como el de Yamit), y a cambio el gobierno egipcio normalizó sus relaciones con Israel y reconoció el derecho de su vecino a existir. Ciertamente, las negociaciones fueron largas y no exentas de tensión pero valió la pena: ningún conflicto armado ha vuelto a enfrentar a egipcios e israelíes y la paz, a pesar de ser una "paz fría", ha reinado en la frontera de ambos países.
Tras el éxito de Camp David, la fórmula paz por territorios se consolidó como la mejor opción para poner fin al conflicto árabe-israelí e israelo-palestino y desde entonces, durante las dos últimas décadas, de manera intermitente, los gobiernos israelíes han emprendido negociaciones de paz con los sirios y con los palestinos sin excesiva fortuna. Más suerte hubo sin embargo en las negociaciones israelo-jordanas que concluyeron con la firma de un nuevo tratado de paz en el año 1994.
En el caso de Siria, la paz con Israel ha sido imposible hasta este momento debido a las posturas maximalistas del gobierno sirio de Hafiz al Assad primero y posteriormente (a partir del año 2000) de su hijo y sucesor, Bashar. En efecto, el gobierno de Damasco siempre ha exigido la devolución incondicional de los Altos del Golán como paso previo a normalizar sus relaciones con el estado de Israel. Esa postura maximalista ha sido decisiva para comprender el fracaso de las negociaciones sirio-israelies emprendidas desde inicios de la década de los noventa con la mediación de la administración estadounidense de Bill Clinton. Sin embargo, no debe sorprendernos que el gobierno de Damasco no haya querido perder la principal baza para justificar su dictadura presidencialista y el alto gasto en armamento: el conflicto con Israel. Un enfrentamiento que también han alimentado en suelo libanés armando hasta los dientes a Hezbollah, una organización terrorista chi´ita apadrinada por Teherán. Y sin embargo ¿qué pasa con los palestinos? ¿por qué no ha sido posible la firma de un tratado de paz que pusiera fin al conflicto a pesar de las negociaciones emprendidas en Oslo en 1993, continuadas en Camp David en el año 2000 y cuyo último "remake" fue la cumbre de Annapolis de hace más de dos años (Noviembre del 2007)? La respuesta hay que buscarla en la génesis del nacionalismo palestino.
1- GÉNESIS DEL NACIONALISMO PALESTINO.
La historia del pueblo palestino es muy reciente. Se puede decir que nace en los años sesenta del pasado siglo, especialmente tras la victoria israelí en la llamada Guerra de los Seis Días (Junio de 1967). Hasta ese momento, los palestinos se sentían árabes y su principal objetivo conseguir la destrucción de Israel sin importarles vivir bajo el gobierno de otro estado árabe vecino. Este hecho explica que no hubiese ninguna reivindicación nacionalista palestina en Gaza y Cisjordania mientras esos territorios estuvieron administrados por Egipto y Jordania, entre los años 1948 y 1967.
En la década de los cincuenta exiliados palestinos empiezan a crear una serie de organizaciones para luchar por la liberación de Palestina, pero sin referirse a ningún caso a Gaza y Cisjordania. Sólo les interesaba la destrucción de Israel. George Habache creó el Movimiento Nacionalista Árabe (MNA) en 1952 en Beirut; Yassir Arafat y otros exiliados palestinos crearon el Fatah, con su brazo armado Al-Assifa (la tormenta), en Kuwait en 1959; y algunos años más tarde, en 1964, bajo el patronato del "rais" egipcio Gamal Abdel Nasser, se creó la OLP, la Organización para la Liberación de Palestina, en Jerusalén Oriental (entonces bajo dominación jordana), cuyo primer presidente, Ahmed Chukeiri, llegó a afirmar dos años más tarde que "Palestina es sólo la Siria del sur"... Como se puede observar, estas primeras organizaciones palestinas no eran todavía nacionalistas palestinas strictu sensu sino que eran nacionalistas panárabes, la ideología que estaba más en boga en aquellos momentos, y su única finalidad era conseguir la destrucción de Israel.
La identidad nacional palestina tal y como la entendemos hoy nace después de la victoria israelí en la Guerra de los Seis días (es decir a partir de Junio del 1967) y nace además con un único referente: la destrucción de Israel para levantar bajo sus cenizas un supuesto estado palestino laico y progresista, tal y como recogía la constitución de la OLP redactada en El Cairo en 1968. El no reconocimiento del derecho de Israel a existir es una de las principales premisas (por no decir la principal) del nacionalismo palestino desde que se firmó su partida de nacimiento y esto no es baladí porque nos lleva al meollo de la cuestión: los palestinos desde el punto de vista lingüístico, cultural y histórico son árabes, no tienen una identidad propia y diferenciada como por ejemplo si ocurre con otros pueblos de la región como los drusos o los kurdos. Sin poder aferrarse a una cultura, una historia y una lengua propia, la identidad nacional palestina sólo tiene sentido por el conflicto con el nacionalismo judío, con el Sionismo. Precisamente por eso, el problema no es sólo de fronteras o territorial sino ideológico: si los palestinos firman un tratado de paz con Israel se verán obligados a reinventar o a refundar su identidad nacional y parece que por el momento no están preparados o no están dispuestos a hacerlo.
2- LA GRAN JUGADA ESTRATÉGICA: EL RECONOCIMIENTO TEÓRICO DE ISRAEL Y SU MARCO HISTÓRICO.
Sin embargo, al menos sobre el papel, desde el año 1988, la OLP ha reconocido el derecho a existir de Israel. Pero es necesario acercanos brevemente al contexto histórico del momento para comprender este cambio histórico (yo más bien diría esta maniobra estrategica): tras la guerra de los Seis Días - y con el apoyo de los países árabes y del bloque soviético -, los palestinos empezaron a organizarse más seriamente para realizar una "guerra popular de liberación nacional contra Israel", bajo la influencia de la guerra de Vietnam. Así, Yassir Arafat fue nombrado presidente de la OLP en 1969 en substitución de A. Chukeiri y por esa misma época surgieron organizaciones terroristas palestinas laicas y de supuesto pedigree progresista como el Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP), fundado por George Habache y de supuesta ideología marxista leninista, o el FDLP, una escisión de la anterior, liderada por Nayef Hawatmeh (marxista maoísta). Estas organizaciones junto con Fatah y otras disidentes dentro de la OLP hostilizaban a Israel desde los países árabes vecinos además de realiar actos de terrorismo anti-israelí y anti-judío por toda Europa (secuestros de aviones, el atentado de los juegos olímpicos de Munich, bombas en embajadas de Israel o en oficinas de la compañía aérea El Al) durante la década de los setenta y buena parte de los ochenta. Sin embargo, esos actos de terrorismo provocaron las represalias israelies y también de los propios países árabes en los que habían instalado sus bases: Tras conspirar para derrocar al monarca Hussein, éste consiguió expulsar a la cúpula de la OLP y a sus fedayines del país en Septiembre de 1970 (operación conocida como "Septiembre Negro") y doce años más tarde, en el verano de 1982, fueron expulsados del Libano por las tropas israelíes tras asediar Beirut en el contexto de la operación "Paz para Galilea". Los grupos de fedayines fieles a Yassir Arafat que quedaron en el País de los cedros fueron expulsados por los sirios durante los dos años siguientes (1983-1984) en la llamada "batalla de los campos", debilitando así el liderazgo de la OLP y consolidando la hegemonía del gobierno de Damasco en los asuntos internos libaneses, aprovechando que el país vecino (considerado parte irrenunciable de la gran patria siria) estaba enfangado en una cruel guerra civil.
El fracaso de esa "guerra popular de liberación nacional", la menor implicación de la URSS y sus satélites en la financiación y el apoyo logístico del terrorismo palestino a partir de la llegada a la presidencia de Mijail Gorbachov (1985-1991), el miedo de los dirigentes de la OLP a quedarse aislados internacionalmente en su base de Túnez (especialmente tras haber manifestado su apoyo a Sadam Hussein en la Primera Guerra del Golfo), y el deseo de aprovechar en su beneficio los réditos políticos de la "Primera Intifada Palestina" (iniciada en la Franja de Gaza en Diciembre de 1987), son los factores claves para comprender el reconocimiento teórico de Israel a existir en 1988 y la participación de la OLP en las negociaciones de paz de Madrid (conjuntamente con la delegación jordana) y de Oslo (1991-1993). Sin embargo, tanto Yassir Arafat como otros lideres palestinos han reconocido en sus discursos en lengua árabe (nunca en inglés) que ese reconocimiento de Israel fue sólo una jugada táctica, que su fin real es la destrucción por etapas de "la entidad sionista". Por eso, a pesar de las generosas ofertas realizada por Ehud Barak en Camp David y en Taba (Julio del 2000 y Enero del 2001) - repetida posteriormente por Ehud Olmert en Annapolis -, con una retirada israelí del 100% de la Franja de Gaza, de más del 90% de Cisjordania más tierras en el Neguev para compensar ese diez por ciento y compartir la capitalidad de Jerusalén, la paz ha sido imposible. De hecho, a cada concesión territorial israelí le ha correspondido un incremento de la violencia por parte de los lideres palestinos: como respuesta a la oferta de Barak en Camp David, Arafat lanzó la II Intifada Palestina en Septiembre del 2000 y la desconexión israelí de la Franja de Gaza, promovida por el gobierno conservador del Likud de Ariel Sharon (Agosto del 2005) recibió como respuesta el lanzamiento de miles de mísiles Al-Qassam contra la ciudad de Sderot i las tierras de Neguev Occidental.
3- CONCLUSIONES.
La fórmula de paz por territorios para poner fin a este espinoso conflicto ha fracasado por el momento porque el nacionalismo palestino, aferrado a sus mitos fundacionales y a la exigencia del retorno de todos los refugiados de 1948 a suelo israelí, no tiene como principal finalidad conseguir un estado viable para su pueblo en alguna parte del territorio de Palestina sino que su objetivo principal sigue siendo la aniquilación de Israel o "tirar a los judíos al mar" como decía el muftí de Jerusalén, Hadj Amin Al-Husseini, en 1948. En efecto, como consecuencia de que la identidad palestina sólo puede aferrarse al conflicto con Israel para justificarse, hasta que los lideres palestinos - y dudo mucho de que la cúpula actual de la ANP de Abu Mazen lo consiga- no reiventen su nacionalismo con unos fines más pragmáticos y alcanzables (paz con el vecino y un estado en Gaza y Cisjordania) el conflicto va a seguir latente a pesar de las conversaciones de paz y de las ofertas que en ese sentido pueda hacer el gobierno israelí de turno. Y eso por no mencionar el peligro del fundamentalismo islámico militante de organizaciones terroristas como el Yihad Islámico palestino o el Hamas.
En català: benvolguts lectors, ara fà uns trenta un anys, la primera potència del món àrab en aquells moments, l´Egipte de Muhammad Anwar Al-Sadat, i el govern israelià encapçalat per Menahem Beguin van firmar els històrics acords de Camp David amb el suport mediador del govern nordamericà de Jimmy Carter. La pau egipcio-israeliana va significar un tomb històric al conflicte àrabo-israelià i va posar sobre la taula una nova fòrmula per a acabar amb el clima de guerra que afectava a la regió desde feia més de trenta anys: Pau per terroritoris. En efecte, el govern israelià es va comprometre a completar la retirada esglaonada de la península del Sinaí durant els tres anys següents (incloent els assentaments de civils israelians com el de Iamit) i a canvi els egipcis reconeixien el dret d´Israel a existir i es normalitzaven les relacions entre tots dos estats. Certament, les negociacions van ser llargues i no van estar exentes de tensió però el resultat ha estat molt positiu:cap conflicte armat ha tornat a enfrontar a israelians i egipcis i la pau, tot i ser una "pau freda" ha regnat a la frontera de tots dos estats.
L´èxit de Camp David va consolidar la fòrmula de "Pau per Territoris" com la més adient per a posar fi al conflicte àrab-israelià i israelo-palestí. De fet, durant les dues darreres dècades, de manera més o menys intermitent, el govern israelià ha negociat sense gaire fortuna amb sirians i palestins per a aconseguir la firma d´un tractat de pau, normalitzar les relacions amb els seus veïns i posar el punt i final al conflicte. Més sort, emperò, hi ha hagut amb la monarquia haxemita jordana amb la qual el govern laborista presidit per Y. Rabin va firmar un tractat de pau l´any 1994.
En el cas de Siria les negociacions sempre han fracassat degut a la postura maximalista del govern sirià presidit primer per Hafiz Al-Assad i posteriorment, desde l´any 2000, pel seu fill i succesor Bashar. En efecte, el govern de Damasc sempre ha reivindicat el retorn del Golan com a pas previ per a normalitzar les seves relacions amb Israel. I aquesta postura maximalista ha frustrat les negociacions entre totes deus nacions empreses desde inicis dels anys 90 amb la mediació de l´adminstració nordamericana de Bill Clinton. Tanmateix, es comprensible que el govern de Damasc no hagi volgut perdre el principal pretext per a justificar la seva dictadura presidencialista ni les altes despeses en armament: el conflicte amb Israel. Un enfrontament bèl.lic que també han alimentat a sòl libanès armant fins a les dents al Hizbulah, una organització terrorista fonamentalista islàmica de tall xi´ita apadrinada per Teheran. Però... Què passa amb els palestins? per què ha estat imposible la firma d´un acord de pau israelo-palestí tot i les rondes negociadores iniciades a Oslo (1993), continuades a Camp David (Juliol del 2000) i llur últim remake celebrat ara fà poc més de dos anys a Annapolis (Novembre del 2007)? doncs, molt em temo que la resposta s´hagi de buscar en la gènesi del nacionalisme palestí.
1- GÈNESI DEL NACIONALISME PALESTÍ.
La història del poble palestí és molt recent. Neix als anys seixanta del segle passat, especialment després de la victoria israeliana a la Guerra del Sis Dies (Juny de 1967). Fins a aquell moment, els palestins es sentien àrabs i el seu principal objectiu era aconseguir esborrar a Israel del mapa sense importar-los viure sota el govern d´un altre estat àrab. Així s´explica que no hi haguès cap protesta ni cap reivindicació nacionalista palestina a Gaza i Cisjordània mentres va durar la administració egipcia i jordana d´aquests territoris, entre els anys 1948 i 1967.
A la dècada dels cinquanta, grups de palestins a l´exili van crear les primeres organitzacions per a lluitar per la alliberació de Palestina (entesa únicament com la destrucció d´Israel perque no hi havia cap reivindicació de crear un estat a Gaza i Cisjordània com ja hem afirmat). Així, el metge George Habache va crear el Moviment Nacionalista Àrab (MNA) a Beirut l´any 1952; Yassir Arafat i altres palestins exiliats a Kuwait van crear Al-Fatah, amb el seu braç armat Al-Assifa (la tempesta), l´any 1959; i alguns anys més tard, al 1964, sota el padrinatge de Gamal Abdel Nasser, es va crear l´Organització per a l´Alliberament de Palestina (OLP) a Jerusalem Est, llavors sota dominació jordana. Justament, el seu primer president, Ahmed Chukeiri, el testaferro imposat per Nasser, va arribar a dir dos anys més tard que "Palestina és nomès la nostra siria del sud"... Com es pot observar, aquestes primeres organitzacions palestines estaven sota l´orbita del nacionalisme àrab, del panarabisme en auge en aquells moments, i la seva única finalitat era aconseguir la destrucció d´Israel.
La identitat nacional palestina - tal i com la coneixem avui - va nèixer després de la sorprenent victoria israeliana a la Guerra dels Sis Dies (és a dir a partir de Juny de 1967) i neix a més a més amb un únic referent: la destrucció d´Israel per a crear sobre les seves cendres un estat palestí laic i progresista com suposadament recollía la constitució de l´OLP, redactada pel consell nacional palestí al Caire a l´any 1968. El no reconeixement del dret d´Israel a existir a estat una de les premises principals (per no dir la principal) del nacionalisme palestí desde el seu naixement i això no és un fet baladí perque ens porta al gruix principal del conflicte: des del punt de vista històric, cultural i lingüístic, els palestins són àrabs i no tenen una identitat pròpia com si passa amb altres pobles de l´Orient Mitjà com els kurds o els drussos. Sense poder aferrar-se a una llengua, una història o una cultura pròpia, el nacionalisme palestí només té sentit pel seu enfrontament amb el nacionalisme jueu, amb el Sionisme. Precisament per això és tan complicat poder trobar una sortida pacífica al conflicte perque aquest no només és una qüestió d´arranjaments territorials o fronterers sinó també ideològic: si els palestins firmen un tractat de pau amb Israel que posi fi al conflicte es veuran obligats a reinventar o al menys a redefinir bona part de la seva identitat nacional i els actuals liders palestins no sembla que siguin capaços o estiguin disposats a fer-ho.
2- LA GRAN JUGADA ESTRATÈGICA: EL RECONEIXEMENT TEÒRIC D´ISRAEL I EL SEU MARC HISTÒRIC.
Tanmateix, és cert que la OLP va reconèixer al menys teòricament el dret de l´estat d´Israel a existir l´any 1988 però per a entendre aquest canvi històric (jo més aviat diría maniobra estratègica) cal aproximar-nos al seu contexte històric.
Els anys següents a la Guerra del Sis Dies, amb el suport econòmic i bèl.lic tant del món àrabo-islàmic com dels païssos del bloc soviètic, els palestins van començar a organitzar-se d´una manera molt més seriosa per a duur a terme la seva "guerra popular d´alliberament nacional contra Israel", molt influènciada des del punt de vista teòric per la guerra del vietnam. Així, Yassir Arafat va ser escollit com a nou president de la OLP a l´any 1969 en substitució d´en Ahmed Chukeiri i per aquells mateixos anys neixen tot una sèrie d´organitzacions terroristes suposadament laïques i amb una ideología esquerrana, com el Front Popular d´Alliberament de Palestina (FPLP), de tendència marxista-leninista i fundada per George Habache, o el FDLP, una escissió de l´anterior, de ideología maoísta i fundada per Nayef Hawatmeh. Aquestes organitzacions juntament amb Fatah i altres organitzacions dissidents de l´OLP hostilitzaven a Israel desde les seves bases als païssos àrabs veïns a més a més de realitzar nombrosos actes de terrorisme anti-israelià i anti-jueu per tota Europa (segrestament d´avions, bombes a les ambaixades d´Israel o a les oficines de la companyia aerea El Al, l´atemptat terrorista als jocs olímpics de Munich l´any 1972...). Però aquests actes de terrorisme van provocar les represalies israelianes i dels propis païssos àrabs on els fedayins palestins tenien les seves bases:després de voler afavorir un cop d´estat contra el rei Hussein, el govern jordà va expulsar-los del país al Septembre de 1970 i dotze anys més tard, al estiu del 1982, la cúpula de l´OLP va instalar-se a Tunis després de que la intervenció israeliana al Liban, l´operació antiterrorista anomenada "Pau per a Galilea", els foragites dels territoris que controlaven a Beirut i al sud del país del Cedres, especialment a la regió del Arkub, anomenada "Fatahland" a Israel, desde on els terroristes els anys previs havien llençat brutals operacions terroristes contra els civils israelians. Els fedayins palestins fidels a Yassir Arafat que van restar al Liban van ser expulsats pels siris durant els dos anys següents (1983-1984), en l´anomenada "batalla dels camps", debilitant així el lideratge de l´OLP i consolidant la hegemonia del govern de Damasc al país veí, empantagat en una terrible guerra civil.
El fracàs de la seva "guerra popular d´alliberament nacional", la menor implicació de l´URSS en el suport econòmic i armamentístic al terrorisme palestí des dels inicis de la presidència de Mijail Gorbatxov (1985-1991), la por dels dirigents de l´OLP de quedar-se aïllats internacionalment després del suport brindat per Yassir Arafat a Saddam Hussein durant la Primera Guerra del Golf (1990-1991) i la voluntat d´aprofitar políticament en el seu benefici els rèdits de la "Primera Intifada Palestina (iniciada a Gaza al desembre de 1987), són els factors que van posibilitar el reconeixement teòric d´Israel l´any 1988 i la participació de l´OLP a les cimeres de pau de Madrid (juntament amb la delegació jordana) i a Oslo (1991-1993). Tanmateix, el propi Yassir Arafat com altres dirigents de l´OLP han afirmat públicament en àrab (mai en anglès) que el reconeixement d´Israel només es tracta d´una jugada tàctica i que el seu objectiu final és la destrucció d´Israel mitjançant un plà per etapes. Per això, tot i les generoses ofertes del president Ehud Barak a les cimeres de Camp David o de Taba (i posteriorment repetides per Ehud Olmert a Annapolis), basades la co-capitalitat a Jerusalem i en una retirada israeliana del 100% de la Franja de Gaza i de més del 90% de Cisjordània amb territoris al Neguev per a compensar aquest tant per cent que s´anexaría Israel, la pau ha estat imposible. A cada concessió territorial israeliana, la resposta palestina ha estat un increment de la violència: la respota a les ofertes de Barak a la cimera de pau de Camp David (Juliol del 2000) va ser la II Intifada Palestina, promoguda per en Yassir Arafat, i la desconexió de la Franja de Gaza, duta a terme pel govern conservador d´Ariel Sharon (Agost del 2005), va tenir com a contrapartida el llençament de milers de missils Qassam contra la ciutat d´Sderot i els territoris del Neguev Occidental.
3- CONCLUSSIONS.
Desgraciadament, mentres els liders palestins segueixin aferrats als seus mites fundacionals i no adoptin uns objectius més pragmàtics: la creació d´un estat palestí a Gaza i Cisjordània, el reconeixement d´Israel i el retorn dels refugiats palestins al seu naixent estat enlloc d´Israel, el conflicte continuarà latent encara que en el futur és reuneixen moltes més cimeres de pau. I això per no mencionar el perill que representa el fonamentalisme islàmic militant d´organitzacions palestines com el Yihad Islàmic Palestí o el Hamas.
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