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dijous, 2 de juny del 2011

Mahmoud Abbas o como destruir un proceso de paz -- Mahmoud Abbas o com destruir un procés de pau

Mis reflexiones sobre las negociaciones de paz israelo-palestinas de Annapolis en adelante y porque éstas han acabado siempre en un fracaso. -- Les meves reflexions sobre les negociacions de pau israelo-palestines des d'Annapolis en endevant i perquè aquestes sempre han acabat en un rotund fracàs.




Mahmoud Abbas o como destruir un proceso de paz.

Autor: Jaume B.







El pasado 27 de Mayo, en la televisión oficial palestina (controlada por el gobierno de Salam Fayyad y de Mahmoud Abbas), en un vídeo musical (ver arriba) se hacía un llamamiento a los judíos israelíes para que "regresasen a sus países de orígen y así los palestinos podrían regresar a su hogar". Una nueva muestra del doble discurso de los dirigentes de la ANP y de que en el fondo nunca han reconicido ni piensan reconocer el derecho de Israel a existir en un pequeño rincón del Oriente Medio.

Precisamente, para evitar ese reconocimiento de Israel, Mahmoud Abbas dijo no a la oferta de Ehud Olmert en la conferencia de paz de Annapolis (2007). La oferta de paz de Olmert se basaba en los llamados "Parámetros Clinton, cuyos puntos principales eran:

1 - La creación de un estado palestino en Gaza y en más del 90% de Cisjordania más territorios en Israel como compensación. 

2 - Co-capitalidad en Jerusalén, compartiendo una soberanía común en la zona del Monte del Templo y la Explanada de las Mezquitas.

3 - Solución al problema de los refugiados palestinos mediante indemnizaciones económicas, acoger a un número restringido de refugiados dentro de Israel y dar solución al problema mayormente en el futuro estado palestino (mediante la creación de las autoridades palestinas de su propia "Ley de retorno"). 

 Mahmoud Abbas, que en el fondo no estaba dispuesto a  renunciar a hacer efectivo el derecho de retorno de los refugiados palestinos dentro de Israel (es decir, a convertir a Israel en un estado con una mayoría de población árabe), como anteriormente dije, respondió no. Para que la conferencia no diera la imagen de un fracaso total ambas partes se comprometieron a seguir negociando durante el año siguiente y alcanzar un acuerdo definitivo antes del fin del 2008 (con la finalidad de que la administración Bush pudiera marcarse un tanto tras los fracasos en Irak y Afganistán). Ese objetivo no se alcanzó y  finalmente, tomando como pretexto la operación anti-terrorista israelí "Lead Cast" contra el Hamas en la Franja de Gaza, Mahmoud Abbas aprovechó la ocasión para romper las negociaciones con sus homólogos israelíes. A pesar de que en aquellos momentos algunos analistas internacionales dijeron que la negativa de Abbas en Annapolis y la falta de acuerdos de calado a lo largo de ese año estaban causadas por el hecho de que el presidente de la ANP no quería firmar ningún acuerdo con dos cadáveres políticos: Bush (cuya presidencia estaba en la recta final) y Olmert, cuya impopularidad iba "in crescendo" y estaba además acosado por varios casos de corrupción, los acontecimientos que tuvieron lugar los meses siguientes demostraron que Abbas tenía una nula voluntad de firmar un tratado de paz con Israel.

En Febrero del 2009, tras la renuncia de Olmert y el fracaso de Tzipi Livni de formar un gobierno de coalición, tuvieron lugar elecciones parlamentarias en Israel y finalmente, aunque los resultados dieron una estrecha ventaja al Kadima de Livni, el que se llevó el gato al agua y consiguió formar una coalición de gobierno fue el Likud de B. Netanyahu. En esos momentos, Olmert y Bush, los dos cadáveres políticos, ya no estaban en escena pero eso no provocó que la postura de Abbas variara ni lo más mínimo. De hecho, En Mayo de ese año, deseoso de romper con la era Bush, el nuevo presidente estadounidense, Barack Obama, realizó su discurso contemporizador con el Mundo árabe-Islámico en la Universidad de el Cairo, donde apostaba por  dos estados para dos pueblos conviviendo en la región en paz y seguridad. Para alcanzar tal objetivo, Obama indicó que los palestinos tenían que reconocer el derecho de Israel a existir, renunciar a la violencia terrorista y al adoctrinamiento antisemita de su sociedad mientras que los israelíes debían acabar con la ocupación y con el bloqueo de Gaza. La respuesta de B. Netanyahu se produjo un mes más tarde, en su discurso pronunciado en la Universidad de Bar Ilan, en el que proponía el reconocimiento de Israel como estado-nación del pueblo judío, un estado palestino desmilitarizado, una paz económica ventajosa para la región y que sirviera para impulsar el tratado de paz y la formación de un importante frente común para neutralizar la amenaza de un Irán nuclear.

¿Cúal fue la respuesta de Mahmoud Abbas? conocedor de las prisas de Obama por impulsar la vía negociadora, el dirigente palestino se dispuso a torpedearla exigiendo una total congelación de la construcción en Jerusalén y en los asentamientos de Cisjordania, no como elemento de negociación sino como punto de partida para empezar a negociar. Sin congelación, no había negociación, así podría resumirse la exigencia de Abbas. De hecho, B. Netanyahu ya se temía la maniobra de Abbas y en su discurso de Bar Ilan hizo un llamamiento a los líderes palestinos a sentarse a negociar sin condiciones previas, pero obviamente tal llamamiento cayó en saco roto y los meses iban pasando sin ningún tipo de avance en el proceso de paz. En noviembre de ese año, presionado por la administración Obama, B. Netanyahu decidió mover ficha y el gobierno israelí aprobó una moratoria de congelación parcial de los asentamientos en Cisjordania de diez meses. El resultado fue la reanudación de las negociaciones indirectas, con George Mitchell como mediador, unos meses más tarde, en Marzo del año siguiente. Durante ese período de impasse, la dirección palestina de la ANP se opuso a la moratoria sino incluía una congelación total de la construcción en Jerusalén con la finalidad de eludir las negociaciones y culpar del fracaso al gobierno israelí. La jugada era hábil pues Mahmoud Abbas y Salam Fayyad sabían perfectamente que esa medida era inaceptable para el gobierno israelí como condición previa a la negociación. Sólo la presión de la administración Obama obligó a Mahmoud Abbas a dar marcha atrás e iniciar -con total desgana- las negociaciones indirectas que duraron varios meses y favorecieron el inicio de las negociaciones directas en Washington a inicios de Septiembre. Ni un mes duraron. Y de nuevo la ruptura vino por parte palestina. Tomando como pretexto el fin de los diez meses de la moratoria, Mahmoud Abbas aprovechó para levantarse de la mesa de negociación a la que no ha vuelto desde entonces, aunque antes de abandonarlas ya dijo por activa y por pasiva en árabe que no pensaba reconocer a Israel como estado nación del pueblo judío. 


Mahmoud Abbas no ha vuelto a las negociaciones porque en el fondo no cree en ellas. Sólo las utiliza con una doble finalidad: no perder ni la enemistad ni los ricos subsidios europeos y estadounidenses y utilizar la vía negociadora como una arma estratégica para conseguir el aislamiento internacional de Israel, culpando a sus gobiernos de los fracasos negociadores. De hecho, esa misma táctica ya fue utilizada por Yassir Arafat en el año 2000-2001, en el contexto de las negociaciones de paz de Camp David II y Taba.

Además, Mahmoud Abbas tiene un plan B: conseguir el apoyo internacional necesario para una proclamación de independencia palestina en las líneas del armisticio del 1949 (las llamadas fronteras del 67) el próximo mes de Septiembre, sin la necesidad de negociar ni de llegar a ningún tipo de acuerdo con Israel. Ese ambicioso plan ha conseguido el apoyo de la mayoría de países sudamericanos a excepción de Colombia y en los últimos días se ha rumoreado de un apoyo también de los gobiernos español y ruso. Precisamente, la reconciliación entre Fatah y Hamas, escenificada en el Cairo el pasado 4 de Mayo, tiene la finalidad de dar una imagen cohesionada del gobierno palestino y de conseguir el máximo apoyo internacional para su plan de declaración de indepedencia unilateral. Sin embargo, conviene no caer en engaños retóricos y hay que ser claros: apoyar el plan de Abbas es posicionarse en contra de la solución de dos estados y de una solución de fin de conflicto: Abbas no quiere acuerdos con Israel porque en el fondo no renuncia a la idea del retorno de los refugiados palestinos palestinos a Israel y por tanto de la conversión del estado israelí en un estado binacional con una mayoria de población árabe y una minoría judía que posteriormente sería asesinada o limpiada étnicamente. Por otra parte, al no alcanzar ningún acuerdo de paz con Israel, esa maniobra deja a los dirigentes palestinos la puerta abierta para futuras reivindicaciones y casus belli para reactivar el conflicto con Israel.

Concluyendo, en ocasiones B. Netanyahu ha estado lento de reflejos y ha cometido errores (quizás tuvo que prolongar la moratoria anteriormente mencionada) pero Abbas no ha sido nunca partidario de las negociaciones de paz con Israel porque en el fondo ni está dispuesto a reconocer el derecho de Israel a existir ni quiere una convivencia basada en la solución de dos estados. Él, al igual que Arafat, sólo tiene en mente la destrucción de Israel por la vía militar-terrorista o convertirlo en un estado binacional gracias al peso demográfico del retorno de más de 4 millones de árabes, los refugiados palestinos y sus descendientes a Israel. Estos son los motivos por los cuales las negociaciones de paz de Annapolis en adelante han acabado fracasando.

2 comentaris:

A. ha dit...

Gracias; es un análisis muy bueno, y estoy muy de acuerdo.

Dudo que nadie les vuelva a hacer la oferta que citas de Ehud Olmert. Creo que claramente superaba lo citado por Obama recientemente (y aún así, ciertos sectores tanto de Israel como de la Diáspora han criticado esas recientes palabras de Obama, haciendo circular incluso fotos combinadas de Obama y el Ché, pretendiendo demostrar no sé exactamente qué).
Daniel Levy, en un artículo colgado el 24 de mayo pasado en la web de Foreing Affairs ( “The Demographic Challenges to Peace”), compara el Netanyahu de hoy con el de hace 15 años, cuando accedió la la Presidencia por primera vez. “In 1996, Israel's population was 5.7 million people; today, that number is 7.75 million. The two fastest-growing population groups are the Palestinian Arab community and ultra-Orthodox Jews (known as the Haredi). Today, there are 1.59 million Palestinian Arabs in Israel, compared to 1.03 million in 1996. More dramatically, the Haredi population has grown more than threefold over only 20 years, from 3 percent of the population in 1990 to over 10 percent today”. Estos cambios demográficos dificultarían ahora una oferta tan generosa como la de Olmert. También se ha dicho que el discurso de Netanyahu en el Congreso de USA estaba pensado especialmente para contentar a su gente en Israel.
Y también Abbas está obligado a contentar a su gente, diciendo lo que sea. Pero leo además en el blog de Safed-tzfat que Mahmoud Abbas tiene una tesis doctoral de la década de los ‘80 titulada “El otro lado: la relación secreta entre el nazismo y la dirección del Movimiento Sionista”. Puedes imaginar: las cámaras de gas nunca se utilizaron para asesinar a los judíos, se desestimaba como una mentira fantástica el que seis millones de judíos murieran en el Holocausto… La guinda: el movimiento sionista favoreció una amplia campaña de incitación contra los judíos que vivían bajo el dominio nazi ¿Por qué iba nadie que redacte esto a aceptar un Estado judío? ¿Cómo no va a haber un doble discurso?
Independientemente de todo lo anterior ¿no has notado un un acento muy muy raro en el video de la TV Palestina, en la letra “r”? Los arabónofonos pronuncian la “r” y la “rr” como nosotros, no como franceses o alemanes. Parece acento askenazí…

A.

Jaume ha dit...

A.,la oferta de Olmert era similar a la oferta realizada en la conferencia de Taba por Ehud Barak y Shlomo Ben Ami a Yassir Arafat pero en ambos casos los líderes palestinos las rechazaron. El motivo: la renuncia palestina al derecho de retorno de los refugiados palestinos a Israel porque renunciar a eso seria decir que toda la mitología en la que gira el nacionalismo palestino (Nakba, expulsión, Israel como estado racista, autoctónos vs. colonos europeos...) es una farsa. Además, los lideres palestinos tienen la idea de que con un retorno de los refugiados, gracias al peso demográfico, puedan convertir a Israel en un estado árabe más de facto. Por eso, ni Arafat ni Abbas no renunciaron al derecho de retorno de los refugiados y eso es imprescindible para la firma de un tratado de paz.

El Netanyahu de su primer mandato 1996-99 era un político mucho más inexperto y quizás por eso no tenía el pragmatismo de esta nueva etapa. Atención, no digo que todo lo haga bien. Es más, pienso que no y un error creo que fue lo prolongar la moratoria de congelacion algunos meses más pero pienso que ahora vemos a un Netanyahu mucho más pragmático que el que vimos en su primer mandato.

Sobre Abbas no es simple retórica. Me explico, no dice ese mensaje para contentar a los duros de Fatah y a los disidentes (Hamas, Yihad Islámico palestino...) sino que dice lo que cree. Cuando hace el papelón es precisamente cuando habla de paz y negociaciones en inglés. Él sabe perfectamente lo que las orejas diplomáticas occidentales quieren escuchar y lo suelta en inglés, aunque luego hace todo lo contrario. Su tentativa de una independencia unilateral palestina deja bien claras sus intenciones...

Conocía el tema de la tesis de Abbas y coincido con la opinión de Benny Morris. No es una locura de juventud sino lo que realmente piensa. Él cree que el Holocausto se ha exagerado y que ha sido gracias a ese Holocausto supuestamente exagerado que se ha creado Israel. Esa idea está muy extendida en el mundo árabe.

Sobre la "r" del vídeo de Palwatch.org pues ni idea, no hablo árabe y no soy filólogo ni lingüísta. Pienso que la gente de Palwatch no tiene porque acudir a montajes, pues el odio anti-israelí entre los lideres palestinos está tan claro cuando hablan en árabe que no creo que hagan falta montajes. Saludos!

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