En el último mes y medio la política exterior del gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero se ha visto afectada por un "tsunami" de acontecimientos: secuestro y liberación del atunero Alakrana, el secuestro de tres cooperantes de la ONG catalana, "Acció Solidària", en Mauritania o el affaire Aminatu Haidar. La tónica seguida por el gobierno de Zp ha sido una postura claudicativa y en muchos aspectos confusa:
1 - en el affaire Alakrana la descoordinación de varios ministerios fue clamorosa y finalmente sólo poniendo un sabroso rescate sobre la mesa se pudo conseguir la liberación de los marineros cautivos.
2 - Acerca del secuestro de los tres cooperantes, el escenario es el peor posible pues están en poder de uno de los grupos más radicales vinculados a la franquicía Al-Qaida, en este caso a Al-Qaida en el Magrib Islámico, compuesta de la fusión de organizaciones como el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), El Grupo Islámico de Combatientes marroquíes (GICM) o de otros grupos salafistas libios y tunecinos. Por ahora, todas las gestiones realizadas por el ministerio de exterior ante los gobiernos mauritano y maliense no han servido ni para liberar a los cautivos nisiquiera para conocer su localización exacta.
3 - En el caso de la protesta pacífica de Aminatu Haidar (más de un mes en huelga de hambre) la postura primero colaboracionista y luego claudicativa y complaciente mostrada por el gobierno de Zp, personificada especialmente por el inefable "Sancho Panza", Miguel Ángel Moratinos, ante el sátrapa Mohamed VI ha provocado una importante corriente de solidaridad y apoyo a la reconocida pacifista saharauí, que el pasado mes de Noviembre - nada más aterrizar en el Aiún procedente de New York - fue arrestada por las autoridades marroquíes, encarcelada y embarcada sin ningún tipo de garantía, sin su pasaporte y sin respetar su voluntad hacía España, más concretamente hacía la isla de Lanzarote. Obviamente, esa maniobra, contraria a los derechos humanos más elementales, no podría haberse llevado a cabo sin la complicidad del gobierno de Zp, que cínicamente justificó su actuación como humanitaria y cuando vio que no colaba intentó cargarle el muerto a la policía. La política claudicativa y complaciente con Marruecos en aras de guardar unas buenas relaciones con el ingrato vecino del sur, además de las presiones sobre Aminatu para que abandone su protesta pacífica, le están creando más de un problema al presi de la "Alianza de Civilizaciones" e incluso la plataforma PAZ se ha manifestado en defensa de la decidida pacifista saharauí.
En estos tres casos que acabo de citar, desde mi punto de vista, la actuación del gobierno de Zp ha sido: claudicativa y entreguista, dando además una imagen de debilidad clamorosa y de buenismo extremo. El mensaje que ha vendido a la opinión pública internacional es claro: somos un gobierno débil y fácilmente extorsionable que ante la mínima amenaza nos bajamos los pantalones y nos plegamos a las exigencias de cualquier pirata, terrorista o dictador del mundo mundial. Y ese mensaje en política internacional es muy peligroso porque siempre habrá gente que estará tomando nota.
En català: en els darrers mesos la política exterior del PSOE i del govern ZP s´ha vist sacsejada per tres grans "tsunamis": el segrest del Alakrana a aigües de Somalia, el segrest de tres cooperants de l´ONG catalana, "Acció Solidària", a Mauritania; i l´afer Aminatu Haidar, que ha mostrat la política de doble raser del govern Zp: per què donem suport de manera totalment acrítica al poble palestí, fent-li el joc inclús al Hamas, i mostrem una política totalment claudicativa amb el Marroc?
Doncs bé, en aquests tres afers s´ha pogut veure una actuació del govern, personificada en la oronda figura de Miguel Ángel Moratinos, totalment indecisa, claudicativa i donant una imatge de gran debilitat internacional. El missatge que s´ha donat a la opinió pública internacional és: som un govern facilment extorsionable que davant la més mínima amenaça no dubta en posar els calers sobre la taula o a plegar-se a les exigències més maximalistes de qualsevol pirata, terrorista o dictador (com per exemple el sàtrapa Mohamed VI en l´afer Haidar). I clar, aquesta imatge de debilitat extrema i d´entreguisme en ares d´un bonisme sense limits té conseqüències molt negatives perque sempre hi haurà gent que en pendrà nota. Si Espanya rep més amenaces del terrorisme internacional o més vaixells són segrestats que a ningú li causi sorpresa...
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