Estimados lectores:
En ocasiones me entra el venazo filosófico y no puedo evitarlo. Anoche mantuve una buena charla con mi amigo Luciano sobre la figura histórica de Jesús, el Cristianismo primitivo, su proceso de escisión del Judaísmo y sobre la definitiva fijación de un Dogma cristiano, especialmente a partir de la Celebración del I Concilio Ecuménico de la iglesia en Nicea (325 E.C.).
Obviamente aquí no voy a tratar todos esos temas pero si que me gustaría ofrecer mi opinión sobre la Parousía (La II venida de Jesús y el Juicio Final).
Los inventores de la Parousía fueron Pablo de Tarso y sus seguidores de la comunidad de Antioquía (S. I E.C.). Ese concepto se inventó para despolitizar el mensaje de Jesús. Posiblemente, el Jesús histórico fuese un personaje con un mensaje nacionalista judío y de liberación de la dominación romana. Sería algo así como un luchador por el derecho de autodeterminación del pueblo judío, aunque parte de su mensaje sería también religioso, reformista en algunos aspectos, pero sin salirse de la ortodoxía judía.
Pablo de Tarso sabía que Jesús hablaba de su "reino" y lo más probable es que ese reino fuese terrenal y muy probablemente se refiriese al reino de Judea. Pero en esas décadas centrales del siglo I de la E.C., cuando ya se estaba incubando la rebelión de los judíos contra Roma del 66, Saulo de Tarso y sus seguidores vieron que su "Mesías" no podía tener un mensaje político y cambiaron el reino terrenal por un reino espiritual, el de los cielos, y afirmaron que este reino empezaría cuando se produjese la segunda venida de Jesús, que muchos cristianos de aquel momento veían como un hecho inminente, del que ellos mismos iban a ser testigos presenciales.
A partir de ese momento, durante las décadas siguientes, esa visión paulina se consolida en los textos fundacionales del Cristianismo (los evangelios canónicos, en muchos apócrifos, en los documentos de los primeros teólogos cristianos o de los padres de la iglesia...) y, posteriormente, a partir del siglo IV, cuando se empieza a fijar un dogma cristiano, se convierte en la versión oficial autorizada.
En esa misma época (S. IV) se inicia un proceso de vinculación del cristianismo con el estado romano y con el poder imperial. El proceso lo inicia Constantino pero se consolidará a finales de ese siglo con el llamado "Edicto de Tesalónica" (381 E.C.), promovido por el emperador de origen hispano Teodosio I. A partir de esa fecha, el cristianismo niceno se convierte en la religión oficial del estado romano (Es preciso recordar aquí que en ese momento se crea el concepto de herejía y las otras corrientes cristianas - Donatismo, Priscilianismo, Nestorianismo, Monofisismo, Arrianismo... - son consideradas heréticas y perseguidas).
La jerarquía eclesiástica, que anteriormente ya había ido eliminando las interpretaciones más progresistas del mensaje cristiano para no disgustar a la autoridad romana, ahora, que forma parte del poder, todavía dará una lectura más conservadora y conformista de ese mensaje. Léase la visión totalmente acrítica que tiene de las desigualdades sociales o de la esclavitud. Obviamente, entiendo que no se podía transmitir un mensaje subversivo y rupturista con el sistema socio - económico vigente pero si al menos críticar los abusos de poder y las injusticias. Pero ni eso...
Y ahí entra en escena mi visión sobre la Parousía, que se convierte en un placebo. Es decir, en lugar de ofrecer una interpretación de los textos en los que se incitase al hombre a trabajar para mejorar el presente y a luchar por lograr una mayor justícia social en nuestra vida diária, la jeraquía eclesiástica le ofrece un placebo (esta vida no es importante, aguanta lo mejor que puedas, sé bueno, porque ya se te recompensará en la vida futura, en el reino de los cielos) para consolidar el poder vigente, sin ningún tipo de autocrítica ante las desigualdades.
Esa es mi opinión, pero sólo es eso, mi opinión. También es cierto que ha habido grandes pensadores cristianos que han criticado las desigualdades y las injustías pero, por lo general, la jerarquía eclesiástica siempre, desde la tardía antigüedad hasta la actualidad, nos ha ofrecido una visión terriblemente conservadora y justificativa del poder y sin apenas críticas ante los abusos de poder que el emperador de turno, el monarca de turno, o el señor feudal de turno cometían.
Espero no haber ofendido a ningún creyente. Se trata sólo de una reflexión, si alguién se siente ofendido por la lectura de este texto, le pido anticipadamente disculpas.
En català: Ahir em va entrar la vena filosófica, en ocasions em passa. Vaig estar xerrant amb el meu amic Luciano sobre la personalitat histórica de Jesús, sobre els orígens del cristianisme i sobre el desencís que desde jove m´ha produït el concepte de Parousía, que sempre he vist relacionat amb una justificació del poder vigent, sense cap tipus de crítica a les desigualtats existents o amb els abusos de poder comesos justament pels grups dirigents, entre els quals estava el propi estament eclesiàstic. Si voleu saber la meva opinió, llegiu el texte en castellà. De totes maneres és sols una opinió personal i demano dísculpes si algun creient es sent ofés.
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